Su cachorro suele comenzar la fase adolescente tras cumplir seis meses, o más en el caso de razas grandes y muy grandes. Esta época puede ser muy difícil para los dueños, por lo que le ofrecemos algunos consejos sobre cómo ayudar a su cachorro durante dicha etapa.
Cada raza madura en una época distinta
Según la raza y el tamaño de su perro, a los seis o siete meses podría estar en una edad similar a la infancia (razas muy grandes) o la adolescencia humana (razas pequeñas). Es importante tener esto en cuesta al tratar de corregir su comportamiento, porque aunque su perro grande parezca estar creciendo, en realidad es como un niño que desea explorar los límites de lo que puede y no puede hacer.
También tiene que estar preparado para un periodo largo de adolescencia (entre uno y dos años) si su perro es de raza grande o muy grande. Los perros más pequeños maduran más rápidamente, por lo general en un año, algo bueno en muchos sentidos, pero desde ese momento buscan imponer su autoridad.
Los cachorros solo quieren divertirse
Tanto si pertenecen a un raza grande como a una pequeña, lo único que buscan los cachorros, durante al menos los dos primeros meses, son actividades que les resulten divertidas física y mentalmente. Tenga esto en cuenta y piense en cómo garantizarle dicho entretenimiento, o será él quien se encargue de procurárselo con actividades que quizá a usted no le resulten tan divertidas.
Su cachorro está lleno de energía a esta edad. Seguramente, le parecerá como si tuviera dos estados de ánimo opuestos: aletargado y rebosante de energía. Si no está durmiendo, está rebosante de energía y siempre buscando algo que hacer, pensando alguna travesura, buscando alguien o algo con que jugar. Esta conducta es perfectamente natural para un perro joven. Ser consciente de este comportamiento le ayudará a pensar en cómo darle el estímulo que necesita.
Ejercicio y juego estructurados
Concretar horas para el ejercicio ayudará a que su cachorro se acostumbre a una rutina. Apreciará sus sesiones de actividad y conseguirá desarrollar un programa para su día, con horas de descanso tras haber gastado gran parte de lo que podría parecerle una energía inagotable. Piense en lo que realmente puede hacer, es joven y sus articulaciones, huesos y músculos no se han desarrollado del todo, así que no lo fuerce, especialmente si es de una raza más grande y menos madura.
Sea paciente
Si a esta edad premia su obediencia y sus habilidades, estará estimulándole mentalmente y reafirmando su autoridad durante una fase muy importante en su vida. No obstante, no se frustre si su cachorro parece olvidar o simplemente ignorar todo lo que le ha enseñado, porque no es así, solo estará probando si puede ignorar sus órdenes, igual que lo haría un adolescente. Si esto sucede, tiene que mostrarse firme, paciente y tranquilo.
Conducta destructiva
Esto puede ser un problema en algunos perros jóvenes, que se dedican a morder zapatillas, devorar joyas o arañar muebles. Esta conducta puede obedecer a varias razones. Una de ellas puede ser la dentición, fase que puede ayudarle a superar con palos para mascar específicos para cachorros.
El aburrimiento puede ser un gran problema para los perros jóvenes y, si no se les mantiene activos, se encargarán personalmente de poner su energía en algo que les divierta y que seguro a usted no le entretendrá tanto. Dejarlos solos durante mucho tiempo no es una buena idea si piensa en toda la energía que derrochan a su edad. Los perros, especialmente los cachorros, necesitan hacer ejercicio y estar acompañados de forma habitual.
Algunos perros se comportan de forma destructiva incluso en presencia o cerca de sus dueños, y casi siempre es para buscar atención, hasta una regañina es para ellos un signo de atención.
Piense en cómo dosificar la energía de su perro con ejercicios físicos y mentales apropiados y asegúrese de dejarle muchos juguetes cuando esté solo.
Algunos perros se ponen nerviosos o se asustan cuando están solos y esto puede hacerles morder o romper cosas. Recuerde que no lo hace por maldad, sino porque está nervioso y castigarlo puede ser contraproducente, ya que le pondrá aún más nervioso la próxima vez que esté esperando a que usted vuelva y solo hará que su conducta sea aún peor para olvidar sus nervios. En este caso, se recomienda consultar a su veterinario.
Una fase pasajera
No castigue nunca a su perro una vez ya realizada la travesura, puesto que difícilmente asociará el castigo con lo que haya hecho y esto afectará negativamente a la confianza que tiene en usted.
Por suerte para la mayoría de dueños y perros, este período y la conducta que lleva asociada pasa con la madurez del perro y cuando este adopta su papel como miembro de la familia; entonces será cuando se manifieste el comportamiento adulto esperado.
Garantice siempre el bienestar de su perro
Tiene que permanecer atento al bienestar de su perro en todo momento, asegurándose de que la ingesta de alimentos es la adecuada para su crecimiento y aumentando los niveles de ejercicio. Pronto tendrá que plantearse cambiar a una dieta adecuada para adultos, por lo que se recomienda visitar su tienda especializada para comprobar los alimentos de calidad superior que puede ofrecerle, comparando las etiquetas del que será el próximo alimento de su perro. No olvide que su veterinario es una fuente fiable para conocer las necesidades alimenticias específicas de su perro, así que no olvide consultarle la próxima vez que lo visite.
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